Llegó a la localidad de Ouintanaurria en el año 1986 hace 22 años estamos seguros que cuando llegas a un lugar nuevo siempre cuesta empezar con nuevas personas, nuevos retos.

Pero Don Pablo empezó a trabajar con el entusiasmo de los que llegan con la idea de dejar huella y su ilusión y su alegria fueron apreciadas por los demás.

En poco tiempo Don Pablo se hizo con el cariño de la gente y todo el pueblo supo apreciar todas sus cualidades.

Ahora, ya jubilado, los feligreses de Ouintanaurria aprovechando las fiestas quieren hacerle un entrañable y merecido homenaje y también recordar a su hermano ya fallecido que tantas veces compartió con nosotros.